En representación de la Delegación Diocesana de Misiones de Toledo y la Dirección Diocesana de Obras Misionales Pontificias en Toledo ha participado Fernando Redondo Benito
Ayer
se clausuraba en el Vaticano, en el Centro Internacional de Animación Misionera
(CIAM), el Curso de Misionología que ha reunido a responsables de la pastoral
misionera en España y en América desde el pasado 1 de febrero, convocados por
el propio CIAM y la Dirección Nacional de Obras Misionales Pontificias en
España. El CIAM, erigido por la Congregación para la Evangelización de los
Pueblos, está al servicio de la Iglesia para la renovación espiritual de los
responsables de pastoral de la misión y para el crecimiento del espíritu
misionero en toda la Iglesia.
En
representación de la Delegación Diocesana de Misiones de Toledo y la Dirección
Diocesana de Obras Misionales Pontificias en Toledo ha participado en el curso
de misionología Fernando Redondo Benito, con el objetivo de contribuir a la
labor de animación, formación y cooperación misioneras que ha sido encomendada
por el Arzobispo de Toledo, Monseñor Braulio Rodríguez Plaza, al Delegado
Diocesano de Misiones, Jesús López Muñoz.
En
el curso han participado como ponentes el Padre Fabrizio Meroni, Secretario
General de la Pontificia Unión Misional, el Padre Ryszard Szmydky, Secretario
general de la Pontificia Obra de Propagación de la Fe; el Dr. Guzmán
Carriquiry, ponente de las II Jornadas de Pastoral de la Archidiócesis de
Toledo, en la actualidad Vicepresidente de la Comisión Pontificia para América
Latina; Monseñor Protase Rugambwa, presidente de las Obras Misionales
Pontificias (OMP); el Padre Carlos del Valle, rector del Colegio de San Pedro;
el Padre Fernando Domingues, de la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol; el
recientemente reelegido director nacional de las Obras Misionales Pontificias
en España, Anastasio Gil García; Monseñor Savio Hon Tai Fai; el Padre Vito del
Prete, director de la Agencia Fides; la secretaria general de la Pontificia
Obra de la Santa Infancia, Baptistine Ralamboarison.
Los ponentes han recordado la Universalidad de la misión con unas concreciones
muy precisas desde el contexto del magisterio del Papa Francisco. Como han
señalado algunos de los ponentes, debemos tender hacia unas estructuras
eclesiales más misioneras, pasando del modelo catequético al modelo de
iniciación cristiana; del “yo soy un católico practicante” a un “yo soy un
discípulo – misionero”; de las obras de beneficencia al “amor preferencial por
los pobres”; de las familias que apoyan a las misiones a “las familias para la
misión”; de la parroquia “comunidad de los sacramentos” a la “comunidad
misionera de fe”; de una formación intelectual a una verdadera formación de la
espiritualidad misionera; de una Iglesia que invita a entrar a una Iglesia que
va hacia las “periferias existenciales”.
En
definitiva se trata de cambiar acentos, de acciones pastorales, conscientes que
llevan a la Iglesia hacia una “salida misionera”, a estar en estado permanente
de misión.