Queridos chicos y chicas: en este “Padre
Nuestro” me dirijo sobre todo a vosotros, desde los 6 ó 7 años hasta los 16 ó 17.
Quiero hablar con vosotros sobre la Infancia Misionera. Esta es una Obra del
Papa Francisco que desea que haya entre los niños del mundo una ayuda mutua.
Desde que nació en Francia en 1843, esta obra de la Infancia Misionera ha
formado una red de solidaridad universal, cuyos principales protagonistas son
los niños. Pero además, educa en la fe y solidaridad misionera, y educa a los
niños y muchachos a seguir a Jesús y a ayudar a otros chicos del mundo. La
Infancia Misionera, hay que decirlo muy alto, se adelantó ochenta años a la
Declaración de los Derechos del Niño en Ginebra y cien años al nacimiento de
UNICEF.
¿Qué quiere la Infancia Misionera, cuya
Jornada este año celebramos el 22 de enero? Además de buscar dinero para
financiar proyectos con las aportaciones de los niños y muchachos –vosotros- en
los territorios de Misión, la Infancia Misionera quiere que vosotros os
impliquéis en la Misión de la Iglesia activamente, es decir, espabilándose y
haciendo algo. ¿Cómo qué? Pues que en colegios –clase de Religión- y en catequesis
aprendáis a seguir a Jesús, a acoger a todos los niños que os rodean, a ser
sensibles a las injusticias que sufren los niños en todo el mundo, a ayudarles
con vuestros pequeños ahorros, oraciones y esfuerzos para que el mundo sea
mejor.
¿Y qué más puedo hacer? Pues participar
aquí en la Diócesis de Toledo en las actividades que hace la Delegación de
Misiones: Os ha ayudado a preparar la Navidad de una forma misionera, no
egoísta; os ha felicitado la Navidad de parte de los misioneros; os ha invitado
a llenar la hucha del compartir en la Jornada de la Infancia Misionera y con vuestros
ahorros ayudar a otros niños; facilita los encuentros con otros niños; y quiere
que participéis en concurso de christmas o en el festival de la “canción
misionera”, un poco más adelante. Todo esto, ¿dónde? en tu parroquia o en tu
colegio. Espabílate y participa.
A propósito de espabilarse, ahora
recuerdo unas palabras del Papa Francisco el verano pasado en Cracovia en la
JMJ 2016. Las dirigió a los jóvenes en la vigilia de oración en la noche del
sábado 30 de julio. Más o menos dijo esto: Estoy recordando la imagen de los
Doce Apóstoles el día de Pentecostés, que ayuda a comprender todo lo que Dios
sueña hacer en nuestra vida, en nosotros y con nosotros. Aquéllos Apóstoles
pasaron de un miedo a emprender una aventura que jamás habían soñado: de estar
paralizados, quietos, a moverse. En este mundo existe una parálisis muy grave,
que cuesta mucho descubrir: la parálisis que nace cuando se confunde “felicidad” con un “sofá”. Un sofá que nos ayude a
estar cómodos, tranquilos, bien seguros. Un sofá –como los que hay ahora,
modernos, con masajes adormecedores incluidos- que nos garantizan horas de
tranquilidad para trasladarnos al mundo de los videojuegos y pasar horas frente
al ordenador o al móvil. Un sofá que nos hace quedarnos cerrados en casa, sin
fatigarnos ni preocuparnos. El “sofá-felicidad” es probablemente la parálisis
más silenciosa que más nos puede perjudicar.
Y nosotros hemos venido al mundo a otra
cosa, a dejar huella. Y para ello hay que caminar y seguir a Jesús. “Amigos,
dice el Papa, Jesús es el Señor del riesgo, del siempre ‘más allá’; no es Señor
del confort, de la comodidad”. Para seguir a Jesús, hay que tener una cuota de
valentía y animarse a cambiar el sofá por un par de zapatillas de deporte para
andar. Hay que llevar el Evangelio a los de cerca y a los de lejos.
¿Te animas? Seguro. No podéis ser unos
chavales cristianos aburridos y egoístas, que todo lo tienen resuelto y que se
aburren porque no tienen el último video juego, sin hacer ningún esfuerzo en
catequesis para ver cómo viven otros niños que no conocen a Jesús o que no
tienen qué llevarse a la boca. Me gustaría, pues, animaros con estas palabras
del Papa: “Queridos niños: con vuestra oración y vuestro compromiso colaboráis
en la Misión de la Iglesia. Os doy las gracias por ello y os bendijo”. Pues eso
mismo os deseo yo.
XBraulio Rodríguez Plaza
Arzobispo de Toledo y Primado de España
Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y de Cooperación con las Iglesias