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martes, 18 de octubre de 2016

La Diócesis de Toledo colabora con las misiones: 142 misioneros en 46 países

Esta mañana el Arzobispo de Toledo y Primado de España, Monseñor Braulio Rodríguez Plaza, Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y de Cooperación con las Iglesias, ha presentado el DOMUND 2016, participando en la mesa informativa organizada por la Delegación Diocesana de Misiones

Desde la Dirección Diocesana de OMP se agradece la generosidad de los vecinos de la diócesis que en 2015 aportaron 248.631,77 euros en la Jornada Mundial de las Misiones.

La Jornada Mundial de las Misiones, conocida como DOMUND, se celebra el próximo domingo 23 de octubre con el lema “Sal de tu Tierra”, una oportunidad para sumarse a la invitación que nos hace el Papa Francisco a salir de nosotros mismos, de nuestras fronteras y de la propia comodidad, para, como discípulos misioneros, poner al servicio de los demás los propios talentos y nuestra creatividad, sabiduría y experiencia.

En este sentido se ha expresado el Arzobispo de Toledo y Primado de España, Monseñor Braulio Rodríguez Plaza, que como Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y de Cooperación con las Iglesias ha señalado cómo el lema de este DOMUND 2016 anima a todos, sin exclusión, a salir e ir al encuentro de los otros para anunciarles el Evangelio. Además, recordando al Papa Francisco, recordaba que la Misión es una gran obra de misericordia espiritual y material.


En esta campaña del DOMUND se colabora con los 1111 territorios de misión, que consisten en Iglesias jóvenes que no tienen recursos humanos y materiales para llevar a cabo el trabajo de evangelización y promoción humana. Territorios que representan un tercio de la Iglesia católica. La subsistencia de estos territorios de misión depende en gran parte de los donativos del DOMUND. Por eso esta Jornada se celebra anualmente en todo el mundo para recordar, rezar, homenajear y ayudar a la actividad misionera de la Iglesia Católica.

Por ello, el Director Diocesano de Obras Misionales Pontificias y Delegado Diocesano de Misiones, Jesús López Muñoz, ha recordado la labor y el compromiso pastoral de los 142 misioneros y misioneras repartidos en 46 países. Gratitud también ha expresado López Muñoz, porque la Delegación Diocesana de Misiones agradece a todas las personas que el año pasado hicieron un esfuerzo para apoyar el trabajo de los misioneros con sus donativos, recaudando en 2015 248.631,77 Euros. La mayor parte de estas ayudas se recibieron a través de las colectas realizadas en las Parroquias en el día de la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND).


Testimonio Misionero desde Argentina

Desde Cafayate, el Obispo misionero Monseñor José Demetrio Jiménez OSA, natural de Los Cerralbos (Toledo), en declaraciones a la Delegación Diocesana de Misiones, afirmaba que para él “Sal de tu Tierra”, es “abrirme a la vida, aceptar la diferencia, reconocer la humanidad en otras personas, desafiar mis seguridades, aceptarme limitado, valorar todo lo bueno que se me dio, dejarme querer de otra manera, hallar casa en diferentes mundos, edificar «hogar» con gente distinta, rencontrarme con el Dios de Jesús de Nazaret, quien se me había vuelto demasiado normal, domesticado, previsible, colonizado… No me hizo menos pecador ni más grande, quizá sí mejor persona, y me sugiere ser cada día un poquito más humilde”.

Además, el Obispo José Demetrio Jiménez, paisano del Obispo Auxiliar de Toledo, Monseñor Ángel Fernández Collado, invita a los jóvenes para que salgan de su tierra, destacando que “Saliendo de la propia geografía, del lugar que uno domina y le acomoda, del hábitat donde se encuentran las personas que uno quiere y/o conoce, de la cultura que uno maneja… se agradece más la vida, se reconoce lo bueno de ser lo que se es y venir de donde se viene, la pequeñez de este planeta y la grandeza de sus mundos. La vida del discípulo de Jesús es siempre éxodo, y con frecuencia intemperie. Estar solo contigo y con Dios hace madurar, reconocer riquezas, relativizar conquistas y derrotas, no querer siempre ganar, aceptar perder, apreciar lo distinto, valorar la Buena Noticia presente en todo hombre que cuida y cultiva la vida desde diferentes costumbres. Y de las que Jesús participa en su despliegue, porque en esto consiste también el culto a Dios «en espíritu y verdad»”.