La Delegación de Misiones de Toledo celebrará el momento central de la Jornada Mundial de las Misiones en Guadalupe (Cáceres), enmarcado en el Año Jubilar Guadalupense, el próximo domingo 18 de octubre
La Archidiócesis de Toledo cuenta con 130 misioneros y misioneras, la mayoría de ellos son consagrados y consagradas pertenecientes a institutos y congregaciones misioneras en todo el mundo
Un
DOMUND diferente y excepcional está celebrando la Archidiócesis de Toledo,
debido a la situación pandémica del coronavirus. Pero esta situación,
profundizada en una crisis social y sanitaria, ha provocado que se presenten
propuestas más creativas y digitales, para hacer presente las misiones, y el
trabajo de los misioneros y las misioneras, en todas las parroquias, colegios,
movimientos y asociaciones de fieles de las localidades toledanas y extremeñas.
En
esta ocasión, el acto central diocesano de la Jornada Mundial de las Misiones
se celebrará el próximo domingo, 18 de octubre, en Guadalupe (Cáceres), con una
ceremonia presidida por el Arzobispo de Toledo, y Primado de España, Mons.
Francisco Cerro Chaves, que estará acompañado por el director diocesano de OMP,
Jesús López Muñoz. Un encuentro que se enmarca en el Año Jubilar Guadalupense,
donde estarán representados y presentes en la oración todos los misioneros y
las misioneras de Toledo.
130
son los misioneros y las misioneras que desde nuestra diócesis toledana han
llegado a 35 países, tan diferentes como Angola y Bangladesh, Bolivia y
Camerún, Sudán y Tailandia, Perú y Filipinas, entre muchas otras localizaciones
misioneras. De esos misioneros y misioneras la mayoría son consagrados, pertenecientes
a institutos y congregaciones misioneras en todo el mundo. Se cuenta además con
7 laicos, 2 obispos, 32 sacerdotes diocesanos y 28 sacerdotes de instituciones
religiosas.
De Tembleque a
Bolivia: el testimonio de la misionera Antonia Barrilero
En
Cochabamba (Bolivia), desde el año 2014, se encuentra la misionera Antonia
Barrilero Cañadas, natural de Tembleque, perteneciente a la Congregación de
Franciscanas Hijas de la Misericordia. Una congregación de marcado carácter
misionero, que siempre tienen el “corazón inclinado a la mayor miseria”, y que
desde el año 1856 desarrollan una espiritualidad fundamentada en la de San
Francisco de Asís, referente y modelo de sus fundadores.
En
Bolivia, en sintonía con el espíritu universal y misionero de la Congregación,
junto a otras realidades en Italia, Perú, México entre otros lugares del mundo,
siguen desempeñando su misión en los ámbitos de la enseñanza, la sanidad y la
evangelización. Es lo que ocurre en la labor de la misionera Antonia Barrilero,
que desde la Fundación Nueva Luz contribuyen a una enseñanza que convierte a
los colegios en centros que educan personas capaces de construir un mundo más
fraterno, que ponen en el centro de la atención de la Congregación a las
personas con otras capacidades, que afrontan con ternura el cuidado a los
enfermos.
La
temblequeña Antonia Barrilero señala con motivo del DOMUND que “el mundo entero
está atravesando unos momentos difíciles, con la vivencia de la pandemia”,
asegurando que “todos hemos sido afectados, de una u otra manera, por esta
situación”, pero quiere compartir, desde Bolivia, que “sobre todo, quienes más
han sido afectados han sido nuestros hermanos más pobres, aquellos que carecen
de tantas necesidades y que les falta lo más necesario para vivir”.
Enlazando
con el lema del DOMUND de este año, “Aquí estoy, envíame”, Antonia recuerda que
“eso fue lo que dije hace 54 años a nuestro Dios, y Él contando conmigo me
llevó hasta aquí”. Además hace una petición dirigida a todos y cada uno de los
bautizados, “tú también escucha la Palabra de Dios, escucha el mensaje, porque
también te puede decir cuento contigo, te necesito, y tu respuesta siempre
debería ser aquí estoy, envíame”.
De la
labor específica misionera que desarrolla en Bolivia, comparte que está
“trabajando en una barriada periférica de Cochobamba, en la Fundación Nueva
Luz, con niños que sus papás tienen escasísimos recursos, tanto humanos como
económicos, donde les falta muchas veces el pan de cada día, y en este lugar
intentamos darles el pan, el cariño, la educación y lo que es más importante:
tratamos de hacerles pensar que son personas importantes”. Es aquí donde
enfatiza sobre la importancia de la labor educativa misionera, porque muestran
a los niños y las niñas “que ellos pueden mejorar sus condiciones de vida para
un futuro, porque tienen capacidad”.
Que el COVID-19 no frene tu donativo
En los
últimos años, en la Archidiócesis de Toledo se ha comprobado un descenso en las
aportaciones y donativos para la campaña del DOMUND, así como de vocaciones
misioneras, por lo que desde la Delegación de Misiones de Toledo y la Dirección
Diocesana de las OMP se hace en esta ocasión un especial esfuerzo para intentar
llegar a todos los lugares, gracias a los medios de comunicación y también la
utilización de las diversas redes sociales.
En la
página web www.domund.es,
además de todos los materiales para la celebración de la Jornada Mundial de las
Misiones, y para que esta situación sanitaria que estamos viviendo no obstaculice
el donativo de aquellos que quieren participar en la misión de la Iglesia, las
Obras Misionales Pontificias han habilitado los donativos por Bizum, además
muchas otras formas de colaborar digitales, como el pago con tarjeta, la
transferencia o Paypal.
Es la
manera de apoyar y también reflexionar sobre el papel trascendental de los
misioneros y las misioneras en el acompañamiento en todo el mundo a los que más
sufren la pandemia del COVID: los más pobres.
Para
ampliar la información y encontrar otros modos de ayudar a las misiones, así
como a los misioneros y misioneras, se puede acceder a la página web www.omp.es o en la dirección www.misionestoledo.org.